Con los datos obtenidos, se realiza la planificación nutricional personalizada donde se detalla el plan de alimentación diario y los objetivos que tenga la persona, teniendo en cuenta la duración del programa que se adapta a las necesidades de cada persona.
Las consultas de seguimiento: se analiza la evolución, cambios en la composición corporal, nuevos objetivos y nuevo plan de alimentación. Una vez alcanzado el peso aconsejado, es recomendable mantener un seguimiento para asegurar que el paciente no vuelve a ganar peso y asegurarnos de que ha aprendido a comer equilibradamente.